Elaboración sencilla. Se van pinchado los ingredientes según el gusto. En este caso, se ha organizado en "3 platos": El primero es una ensalada compuesta por tomates, queso de cabra, pimientos de piquillo y aceitunas negras (¡sin hueso, eh!). El segundo está compuesto de queso gouda, calabazín y zanahoria (hervidos) y un corazón de alcachofa (y mucho amor). El postre se compone de queso semicurado y unas deliciosas uvas.
Segundo plato: CROISSANTS PEQUEÑOS DE JAMÓN Y QUESO BAÑADOS DE BECHAMEL. (SIN FOTO, mucha hambre)
Se explica solo, el único truco es encargar los bollitos en un horno con antelación y decirles que no los "pinten" y que son para cocinar. Es importante bañarlos bien de bechamel y poner a horno fuerte por debajo (sin gratinar) hasta que la bechamel haga "chup, chup" (da igual la marca de horno, siempre hace chup, chup).
Eso de "de reciclaje" es tener mucha cara. Se compone de unos fresones del maresme rociados en nata al gusto. Después se bañan con chocolate rayado sobrante de la mona y unos lacasitos.
Cena sencilla y rápida de elaborar, pero currada al pensarla. No añadimos los ingredientes porque se explican en cada plato.
Por cierto, lo regamos todo con un buen tinto del penedés.
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